Reflexión Lección 79 Día 20 de Marzo. Un Curso de Milagros. Helen Schucman. Solo Por Hoy. Coda.

-soloporhoy.net


Plegaria Solo por Hoy
"Dios Concédeme la Serenidad para Aceptar las cosas que no puedo cambiar, Valor para cambiar las que sí puedo y Sabiduría para distinguir la diferencia."

Así Sea. Así Sea. Así Sea.


El Milagro reconoce que todo el mundo es tu hermano, así como mi hermano también. Es una comunicación directa con Dios, tal y como lo concibas, indicando que la condición aparente entre Dios y el hombre es una falsa separación. Un milagro es una reparación a través del perdón. El propósito de estas lecciones es entrenar a tu mente para esta transformación. Nada irreal existe, nada real puede ser amenazado; en eso radica la Paz de Dios. Meditaciones Solo por Hoy. Literatura Codependientes Anónimos.


LECCIÓN 79 

PERMÍTASEME RECONOCER EL PROBLEMA PARA QUE PUEDA SER RESUELTO.

1. No puedes resolver un problema a menos que sepas de qué se trata. Incluso si ya está resuelto, lo seguirás teniendo porque no reconocerás que ya se ha resuelto. Ésta es la situación del mundo. El problema de la separación, que es en realidad el único pro­blema que hay, ya se ha resuelto. No obstante, la solución no se ha reconocido porque no se ha reconocido el problema.


2. En este mundo cada cual parece tener sus propios problemas. 

Mas todos ellos son el mismo problema, y se tiene que reconocer que son el mismo si es que se ha de aceptar la única solución que los resuelve a todos. Ahora bien, ¿quién puede darse cuenta de que un problema se ha resuelto si piensa que el problema es otra cosa? Aun si se le proporcionara la respuesta, no podría ver su relevancia.


3. Ésta es la situación en la que te encuentras ahora. Dispones de la respuesta, pero todavía no estás seguro de cuál es el problema. Pareces enfrentarte a una larga serie de problemas, los cuales son todos diferentes entre sí, y cuando uno se resuelve, surge otro y luego otro. No parecen tener fin. En ningún momento te sientes completamente libre de problemas y en paz.


4. La tentación de considerar que los problemas son múltiples es la tentación de dejar el problema de la separación sin resolver

El mundo parece presentarte una multitud de problemas, y cada uno parece requerir una solución distinta. Esta percepción te coloca en una posición en la que tu manera de resolver problemas no puede sino ser inadecuada, haciendo así que el fracaso sea inevitable.


5. Nadie podría resolver todos los problemas que el mundo parece tener

Éstos parecen manifestarse en tantos niveles, en for­mas tan variadas y con contenidos tan diversos, que crees enfren­tarte a una situación imposible. Tal como los percibes, el desaliento y la depresión son inevitables. Algunos surgen inesperadamente, justo cuando creías haber resuelto los anteriores. Otros permanecen sin resolver bajo una nube de negación, y emergen de vez en cuando para atormentarte, mas sólo para vol­ver a quedar ocultos pero aún sin resolver.


6. Toda esta complejidad no es más que un intento desesperado de no reconocer el problema y, por lo tanto, de no permitir que se resuelva. Si pudieses reconocer que, sea cual fuere la forma en que se manifieste, el único problema que tienes es el de la separa­ción, aceptarías la respuesta, puesto que verías su relevancia. Si advirtieras el común denominador que subyace a todos los pro­blemas a los que pareces enfrentarte, comprenderías que dispones de los medios para resolverlos todos. Y emplearías los medios porque habrías reconocido el problema.


7. En nuestras sesiones de práctica más largas de hoy pregunta­remos cuál es el problema y cuál es su solución

No asumiremos que ya lo sabernos. Trataremos de liberar a nuestras mentes de las innumerables clases de problemas que creemos tener. Trata­remos de darnos cuenta de que sólo tenemos un problema, el cual no hemos reconocido. Preguntaremos cuál es ese problema y esperaremos la respuesta. Ésta se nos dará. Luego pregunta­remos cuál es su solución. Y ésta se nos dará también.


8. Los ejercicios de hoy serán fructíferos en la medida en que no insistas en querer definir el problema

Quizá no logres abando­nar todas tus ideas preconcebidas, pero eso no es necesario. Lo único que es necesario es poner mínimamente en duda la realidad de tu versión de lo que son tus problemas. Estás tratando de darte cuenta de que al reconocer el problema se te da la respuesta, de manera que problema y respuesta puedan reconciliarse y tú puedas quedar en paz.


9. Las sesiones de práctica cortas de hoy no estarán regidas por el reloj, sino por la necesidad. Hoy verás muchos problemas, y cada uno de ellos parecerá requerir una solución distinta. Nues­tros esfuerzos estarán encaminados al reconocimiento de que no hay más que un solo problema y una sola solución. Con este reconocimiento se resuelven todos los problemas. Con este reco­nocimiento arriba la paz.


10. No te dejes engañar hoy por la forma en que se manifiestan los problemas. Cada vez que parezca surgir alguna dificultad, di de inmediato:

Permítaseme reconocer este problema para que pueda ser resuelto.

Trata entonces de suspender todo juicio con respecto a lo que el problema es. A ser posible, cierra los ojos por un momento y pregunta cuál es el problema. Serás escuchado y se te responderá.

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