Reflexión Lección 110 Día 20 de Abril. Un Curso de Milagros. Helen Schucman. Solo Por Hoy. Coda.

-soloporhoy.net


Plegaria Solo por Hoy
"Dios Concédeme la Serenidad para Aceptar las cosas que no puedo cambiar, Valor para cambiar las que sí puedo y Sabiduría para distinguir la diferencia."

Así Sea. Así Sea. Así Sea.


El Milagro reconoce que todo el mundo es tu hermano, así como mi hermano también. Es una comunicación directa con Dios, tal y como lo concibas, indicando que la condición aparente entre Dios y el hombre es una falsa separación. Un milagro es una reparación a través del perdón. El propósito de estas lecciones es entrenar a tu mente para esta transformación. Nada irreal existe, nada real puede ser amenazado; en eso radica la Paz de Dios. Meditaciones Solo por Hoy. Literatura Codependientes Anónimos.


LECCIÓN 110


Soy tal como Dios me creó.


1. Repetiremos la idea de hoy de vez en cuando. Pues sólo con este pensamiento bastaría para salvarte a ti y al mundo, si creye­ses que es verdad. Su veracidad significa que no has efectuado ningún cambio real en ti, ni que tampoco has cambiado el uni­verso de manera que lo que Dios creó hubiese podido ser reem­plazado por el miedo y la maldad, por la aflicción y la muerte. Si sigues siendo tal como Dios te creó, el miedo no tiene sentido, la maldad no es real y la aflicción y la muerte no existen.


2. La idea de hoy es, por lo tanto, todo cuanto necesitas para dejar que la absoluta corrección sane tu mente y te conceda una visión perfecta que corrija todos los errores que cualquier mente haya podido cometer en cualquier momento o lugar. Esta idea es sufi­ciente para sanar el pasado y liberar el futuro. Esta idea es su­ficiente para permitir que el presente se acepte tal como es. Esta idea es suficiente también para dejar que el tiempo sea el medio por el que el mundo entero aprende a escaparse del tiempo y de todos los cambios que éste parece producir con su pasar.


3. Si sigues siendo tal como Dios te creó, las apariencias no pue­den reemplazar a la verdad, la salud no puede trocarse en enfer­medad, la muerte no puede suplantar a la vida ni el miedo al amor. Nada de eso ha ocurrido si tú sigues siendo tal como Dios te creó. No necesitas otro pensamiento que éste para permitir que la redención venga a iluminar al mundo y a liberarlo del pasado.


4. Con este pensamiento basta para erradicar todo el pasado y salvar el presente a fin de que se pueda extender serenamente hasta un futuro intemporal. Si eres tal como Dios te creó, enton­ces no ha habido separación alguna entre tu mente y la Suya, ni división entre tu mente y otras mentes, y sólo ha habido unidad en la tuya.


5. El poder sanador de la idea de hoy es ilimitado. La idea de hoy es la cuna de todos los milagros, la gran restauradora de la verdad en la conciencia del mundo. Practica la idea de hoy con gratitud. Ésta es la verdad que te hará libre. Ésta es la verdad que Dios te ha prometido. Ésta es la Palabra con la que a todo sufrimiento le llega su fin.


6. Comienza las sesiones de práctica de cinco minutos con esta cita del texto:

Soy tal como Dios me creó.

Su Hijo no puede sufrir.

Y yo soy Su Híjo.


7. Luego, mientras mantienes esta afirmación fija en la mente, trata de encontrar en ella al Ser que es el santo Hijo de Dios Mismo.


8. Busca en tu interior a Aquel que es el Cristo en ti, el Hijo de Dios y hermano del mundo; el Salvador que ha sido salvado para siempre y que tiene el poder de salvar a todo aquel que entra en contacto con Él, por levemente que sea, y le pida la Palabra que le dice que él es Su hermano.


9. Eres tal como Dios te creó. Honra hoy a tu Ser, y no rindas culto a las imágenes que fabricaste para que fuesen el Hijo de Dios en lugar de lo que él es. En lo más recóndito de tu mente el santo Cristo en ti espera a que lo reconozcas como lo que tú eres. Y mientras no lo reconozcas y Él siga siendo un desconocido para ti, tú seguirás perdido y sin saber quién eres.


10. Búscalo hoy y encuéntralo. Él te salvará de todos los ídolos que has inventado. Pues cuando lo encuentres, comprenderás cuán indignos son tus ídolos y cuán falsas las imágenes que creías ser. Hoy damos un paso gigantesco hacia la verdad al abandonar nuestros ídolos y abrir nuestros brazos, nuestros corazones y nues­tras mentes a Dios.


11. Lo recordaremos a lo largo del día con nuestros corazones rebosantes de gratitud y albergando solamente pensamientos amorosos hacia todos aquellos que hoy se crucen en nuestro camino. Pues así es como lo recordaremos. Y para poder recor­dar a Su Hijo, nuestro santo Ser, el Cristo en cada uno de nosotros diremos:

Soy tal como Dios me creó.

Declaremos esta verdad tan a menudo como podamos. Ésta es la Palabra de Dios que te hace libre. Ésta es la llave que abre las puertas del Cielo y te permite entrar a la paz de Dios y a Su eternidad.

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