Reflexión Día 9 de Agosto. Cada Día Un Nuevo Comienzo. Karen Kasey. Solo Por Hoy. Coda.

-soloporhoy.net


         Plegaria Solo por Hoy

"Dios Concédeme la Serenidad para Aceptar las cosas que no puedo cambiar, Valor para cambiar las que sí puedo y Sabiduría para distinguir la diferencia."

Así Sea. Así Sea. Así Sea.


Cada día trae una promesa, y el itinerario de la vida comienza de nuevo. Aligeramos las cargas, incrementando la alegría con la delicada ternura, el amor y el consejo sabio de otras mujeres. Ellas transitaron el mismo camino largo y sinuoso que el nuestro. Comparten sus dificultades y fortalezas únicas de la mujeres; en especial, las que buscamos apoyo y crecimiento espiritual para nuestra sanación. El amor es poderoso y sana todas dificultades y las heridas. Meditaciones Solo por Hoy. Literatura Codependientes Anónimos.


Para mí, dejar de fumar no fue tanto una cuestión de fuerza de voluntad, sino de dejar de ejercer mi voluntad.

Joan Gilberston.

La mayoría de nosotras ha luchado decididamente con un número incontable de adicciones: el licor, los estimulantes, los tranquilizadores, el azúcar, el chocolate, los cigarrillos, los hombres, etc. Cuanto mayor era nuestra decisión de abstenernos o de controlar su uso, tanto mayor era nuestra necesidad de un trago, de un mordisco o de una calada. Y, al final, acabábamos siempre dándonos por vencidas.

Este programa de recuperación nos ayuda a librarnos de nuestra adicción una vez que nos volvemos humildes, aceptamos nuestra impotencia y pedimos auxilio. Y puede ayudarnos a diario de manera igualmente efectiva con cualquier problema que tratemos obstinadamente de controlar. ¿Nos aflige algún miembro de la familia? ¿Un compañero de trabajo nos produce ansiedad? ¿Se ha alejado algún amigo cercano? ¡Gastamos demasiada energía tratando de manipular los resultados! En la mayoría de los casos, nuestro intento de ejercer ese control suscitará aún más resistencia.

El programa nos da el remedio para cualquier situación que nos produzca frustración. Seamos conscientes de nuestra impotencia y apreciemos las oportunidades que nuestro poder superior nos ofrece. 


"Encomendemos a Dios nuestro problema, cualquiera que éste sea, y confiemos en su resolución de un modo silencioso y confiado. La solución está garantizada.

Cuánto se facilitarán mis experiencias si dejo de obstinarme. En todos los casos, el resultado adecuado emergerá más rápidamente."

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