SOLO POR HOY: DETOX INTEGRAL. LIMPIAR LA VIDA POR DENTRO Y POR FUERA. TERAPIAS COMPLEMENTARIAS.
“EN SOLO POR HOY COMPARTO MI DETOX INTEGRAL: LIMPIAR LA VIDA POR DENTRO Y POR FUERA.”
En las últimas semanas he empezado un proceso que no busqué, pero que se fue dando por sí solo. Primero fue una necesidad de silencio, luego de calma, después de orden. Y sin planearlo, inicié varios detox a la vez: digital, relacional, emocional y, al final, el de mi propio espacio. Cada uno ha ido limpiando una parte de mí y, juntos, me han devuelto una sensación de centro que hacía mucho tiempo que no sentía.
Detox digital
Sobre esto ya he hablado en mis últimas entradas, pero ahora puedo verlo con más claridad: al alejarme de las redes, mi mente descansa. No echo de menos nada de aquello. He vuelto a mi ritmo, sin ruido externo. Esa simple distancia ha sido una medicina en sí misma.
Detox relacional
Después empecé a tomar distancia de algunas personas y de dinámicas que me drenaban. Dejé de sostener cargas que no me corresponden y de sentir la obligación de estar en todo. Poner límites me dio aire. Cuando una suelta lo que pesa, lo sano empieza a recolocarse.
Detox emocional
Con menos ruido de fuera, comenzaron a moverse cosas de dentro. Son muchos años acumulando tensiones, duelos y situaciones difíciles. Pero esta vez lo he vivido como una limpieza interna. No me ha invadido la angustia, sino una claridad que me permite mirarlo todo con calma. Y eso también es sanar.
Y en medio de este proceso he confirmado algo que llevo años aprendiendo: a veces una misma es su mejor médico. No porque no haya que ir al médico —claro que sí—, sino porque antes de correr a una consulta, hace falta escucharse. Hoy, sin ir más lejos, sentí una ansiedad desbordante… y no era ansiedad. Era cansancio, era acumulación, era mi cuerpo pidiendo un respiro. Conocerme me ha evitado muchas alarmas innecesarias y muchos miedos heredados. Siempre es bueno consultar, pero también reconocer que nadie me conoce mejor que yo.
Detox de mi espacio
Una noche, sin pensarlo, abrí una caja y ahí empezó algo más profundo. Empecé a ordenar, a tirar lo que ya no pertenece a esta etapa, a separar lo que sirve de lo que no. Comencé de nuevo a limpiar paredes, ventanas, muebles, ropa, recuerdos. Y mientras lo hacía, sentía que se movía también mi energía.
Mis gatos miraban todo como si intuyeran que no estaba limpiando solo objetos. Toqué objetos antiguos, volví a colocar ese cuadro que dejé en un rincón porque da luz y verdad. Saqué bolsas, despejé rincones, dejé espacio. Y a la vez, se despejaba un espacio dentro de mí. Esa sensación de renovación no vino del vinagre ni de las horas de trabajo: vino de reencontrarme con mi propio orden interno.
Detox del subconsciente
Hasta mis sueños están empezando a ordenarse solos, como si también estuvieran haciendo su propia limpieza del subconsciente. Pero eso lo contaré con calma la semana que viene.
Este detox integral no es una moda ni un plan. Es una necesidad vital que ha ido saliendo sola. Limpiar lo digital, lo relacional, lo emocional y mi espacio me ha colocado en un punto más claro. No echo de menos nada de lo que quedó atrás. Me siento más presente, más centrada y con más aire para seguir avanzando.
Ahora dejo que la vida fluya. Lo que tenga que ser, será. Y lo que no, ya cumplió su ciclo.
“Que este espacio Solo por Hoy te acompañe a soltar lo que pesa y a hacer espacio para lo que te sostiene de verdad.”
Om Shanti 🙏

Comentarios
Publicar un comentario